El cuento según...

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Abelardo Castillo: "Para mí, y creo que para cualquiera que se disponga a escribir, es imposible pensar en un cuento si no se tiene el final. Ningún cuentista cuenta algo sin saber adónde va. En el cuento el final es esencial y el cuentista no puede dispersarse en cosas que no hacen a la anécdota central".



Ana María Shua: "Si uno se va a tomar el trabajo de leer un cuento no quiere que lo distraigan con tonterías, sino que haya cuestiones verdaderamente importantes, cuestiones de vida o muerte, como las hay en Caperucita Roja. Eso esperan los chicos y eso esperan también los grandes".



Adolfo Bioy Casares: "Tiene que haber sorpresas, pero no muy grandes como para ser increíbles. Tienen que estar preparadas, pero no como para que el lector diga: «Sabía que venía esto». Es una cuestión de tino".
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3 comentarios:

Unknown dijo...

Castillo abusa de lo que reniega. Habitualmente él se dispersa en sus cuentos. Además, no es necesario que un narrador sepa a dónde va en ningún momento, salvo un olorcillo general de la cosa. Lo que Castillo dice suena a científico, a oficio, a artesanía. A pesar de eso pienso que es uno de los mejores escritores argentinos.

Nadie sabe lo que piensa un lector de cuentos, ni lo que quiere, como supone Shua; además, nadie que no sea docente se "toma el trabajo de leer un cuento".
Uno de los cuentos que más me gusta de Cortázar es "El perseguidor", que está lleno de todas esas cosas que Shua llama tonterías.

La moderación del comentario de Bioy me parece acertada en un tema que se prende de alfileres. Hay cientos de buenos ejemplos de cosas que la preceptiva niega. Todo termina siendo "una cuestión de tino".

Juan Carrizo dijo...

Supongo que debe haber varias formas de abordar la,realización de un cuento en lo que a mi respeta, el conocer el final no me ayuda,soy ansioso y querria llegar al final lo mas pronto posible, lo que haria que sacrificara argumentos significativos en pos de concluir,mejor a mitad del cuento comienzo a trabajar el final

Unknown dijo...

Me parece ideal lo que expresa Juan Carrizo. Ya he coincidido con él en otros dos comentarios.¿No me estaré ablandando?