El más pintado... José Repiso Moyano

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PADRE
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Ahí está, olvidado en su recuerdo,
como el que fue decente con la tierra...
trabajando, pensando a veces cuerdo,
y a sus hijos haciendo luz sin guerra.
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Ahí está, olvidado, de vilano,
de nada ya, de corazón perdido,
de soledad que va con su balido
ciego al crepúsculo del inhumano.
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Que un padre significa algo muerto,
que ya un lado de Dios, casi un desierto:
la mala tarde gris de la esperanza.
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¿Cuál es la dignidad ante el destino?...
que un padre se nos cae en el camino
y por él no se rompe ni una lanza.

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Entre tanta cursilería con la que se pretende homenajear a los padres, se imponen poemas profundos y crudos como éste, del malagueño Repiso Moyano. Con un clic se puede conocer más de su poesía.
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La obra que ilustra, Un par de zapatos, tiene la impronta de Van Gogh, y en ellos se percibe la dura pesadez del tiempo y el trabajo, la obstinación a lo largo de los extendidos y monótonos surcos del campo en medio del viento helado.
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